Al sur de la ciudad en Mérida, Yucatán, en colindancia con el aeropuerto, existe una colonia vulnerable con evidente muestra de rezago en todos los servicios elementales. Los pobladores de esta zona trabajan en servicios, su población es flotante y de inmigrantes, rentan casas y muchos son paracaidistas. Hay un alto grado de alcoholismo, drogadicción, pandillerismo, algunos son hijos de sexoservidoras.
Desde 1988, los Hermanos Maristas han apoyado sistemáticamente esta comunidad. Pero a partir del 2002, después del huracán Isidoro que devastó toda la zona, Los Hermanos tomaron la decisión de crear un centro comunitario donde se imparten una gran variedad de cursos formativos en deportes, artes, computación, idiomas y nivelación académica. De igual forma se brinda apoyo y asesoría psicológica a toda la comunidad.
El objetivo de este centro es capacitar y formar a niños, adolescentes, jóvenes y adultos en situación de pobreza y marginalidad desde el carisma de marista: sencillez, ambiente de familia, presencia, amor al trabajo. En una tarea compartida por Hermanos, colaboradores y voluntarios, inspirados en el evangelio y la solidaridad cristiana.